“EGOÍSMO LEGÍTIMO”

< Regresar

2018-07-10

Compartir

FacebookTwitterEmail
“EGOÍSMO LEGÍTIMO”

 

“EGOÍSMO LEGÍTIMO”

Por J. Jesús Vázquez Estupiñán

 

“Hay quienes tienen poco, pero lo dan todo. Éstos últimos creen en la vida y en la generosidad de la vida… es por lo que sus cofres jamás están vacíos”

Gibran Jalil Gibran

 

Dar sin arrogancia y recibir con dignidad.

“Una vez un hombre rico le entregó una canasta con desperdicios a un hombre pobre, quien la recibió sin reparo. La vació, la lavó y, además, la llenó de flores, devolviéndosela con una sonrisa.  El hombre rico asombrado reparó: ¿por qué me has dado flores si yo te di basura?… el hombre pobre respondió: ¡porque cada quien da lo que tiene en su corazón!

La persona generosa no pretende una recompensa por su accionar, sino hace lo que cree correcto y justo. La lógica de su pensamiento señala que, si todos los seres humanos fueran generosos y donaran parte de sus recursos materiales e intangibles, el mundo sería mejor.

Generosidad es una clara inclinación a dar y a compartir por encima del propio interés; por eso, “La manera de dar, vale más de lo que se da”

El Papa Francisco con su clásica sencillez expresó: “¡Qué hermoso sería si cada noche pudiéramos decir: ¡Hoy he realizado un gesto de amor hacia los demás!”

Afortunadamente la generosidad es una cualidad que distingue a la juventud. El desprendimiento y la disposición a servir, incluso en los momentos críticos, ha caracterizado a mujeres y hombres de edad temprana para dar ejemplo y testimonio, cuando las circunstancias han exigido una actitud decidida y congruente.

Así lo han demostrado los a veces estigmatizados “Millenials”, protagonistas de nuestro tiempo. Ellos han sido los primeros en responder ante los llamados tácitos de la emergencia que supone un sismo, una situación crítica o una convocatoria a la intervención inaplazable en medio de un acontecimiento crítico.

La generosidad es servicio, es fe y es fraternidad. Se aprende en casa, pero se pule en la escuela y en la universidad. En eso radica la verdadera transformación social a la que todos estamos llamados.

La generosidad es algo inherente a la naturaleza del ser humano. Lamentablemente esta cualidad a veces se ve opacada por los antivalores que se cultivan a diario en nuestra vida cotidiana y a los que hay que combatir.

Fomentar la práctica de los valores universales es fundamental para alimentar la posibilidad de mejorar el mundo que habitamos.

La generosidad es el único egoísmo legítimo.

“Hay remedios y curas para todas las enfermedades, pero mientras no haya manos bondadosas para servir y corazones generosos que den con amor, jamás habrá una cura para la terrible enfermedad de no sentirse amado”, afirmó Teresa de Calcuta.

Universidad La Salle Morelia - FacebookUniversidad La Salle Morelia - TwitterUniversidad La Salle Morelia - InstagramUniversidad La Salle Morelia - YoutubeUniversidad La Salle Morelia - Correo

Acceso a SESWEB